El Eneagrama y su Significado

El Eneagrama y su Significado

Entre los diferentes tests de personalidad, se encuentra el eneagrama. Aunque la palabra te puede sonar un tanto extraña, y más si la relacionamos con una figura geométrica, encontrarás que su significado, uso, alcance y características, son en verdad interesantes, incluso más que su nombre.

De acuerdo a este test, existen 9 tipos de personalidades. Si quieres descubrir cuál de ellas te corresponde y cómo es que las clasifica, te invitamos a que continúes leyendo para conocer todo sobre esta interesante manera de conocernos a nosotros mismos.

¿Qué es el Eneagrama?

El eneagrama es un test de personalidad basado en ideas de origen místico, fundamentado en enseñanzas orientales (a pesar de que fue desarrollado por occidentales), que abre la puerta a una clasificación integral de las personas. La misma, toma en cuenta tres partes fundamentales de los seres humanos: mente, cuerpo y corazón.

Significado del Eneagrama

Lo primero que podemos hacer para que entiendas el eneagrama, es hablar de su etimología. La palabra proviene de los términos griegos “ennea”, que significa nueve, y “gram”, que quiere decir figura. De tal forma que el eneagrama se representa gráficamente con una círculo que encierra nueve puntos equidistantes entre sí, que además están conectados por líneas internas. De ahí su significado, figura con nueve partes.

Cada una de estas nueve puntas representa uno de los nueve distintos eneatipos que existen, es decir, los nueve tipos de personalidad que se pueden distinguir de acuerdo a esta clasificación. A su vez, todas ellas tienen tres subtipos y se relacionan entre sí de maneras distintas, generando emociones diversas dependiendo de la interacción entre ellas.

Temperamento, carácter y personalidad

Esta relación de eneatipos se vuelve interesante cuando se comprende de qué manera interactúan entre ellos y cómo podemos controlar ciertos aspectos de nuestra personalidad. Para ello es importante distinguir la diferencia entre personalidad, carácter y temperamento.

El temperamento tiene que ver con la genética de la persona. La influencia del sistema nervioso y endocrino, y los estímulos que reciben del exterior, influyen en ellos y en la parte biológica e instintiva de cada individuo. Esto da lugar a ciertos rasgos y características que definen a una persona. Probablemente no sean únicos, pues podemos encontrar similitudes entre individuos, pero este es solo una de las dimensiones que lo definen.

Por otro lado, el carácter tiene que ver con lo aprendido. Se forma según las experiencias que va teniendo la persona a lo largo de su vida, y mucho influye la forma en que se relaciona con los demás en un ámbito social, empezando a formarse desde el núcleo de la familia.

De tal manera que la personalidad se constituye por la combinación de ambos elementos. El temperamento es su base física y el carácter su base social. La combinación da como resultado lo que la psicología define como “una organización de emociones, cogniciones y conductas, que determinan los patrones de comportamiento de una persona“.

La clasificación que proporciona el eneagrama puede utilizarse en todas las personas, sin importar el género, pero habla de una base universal. Esto se refiere a que no es un sistema para “etiquetar” a la gente, sino para ayudarle a entender de qué manera se han “encerrado” a sí mismos dentro de un patrón de comportamiento determinado.

Asimismo, dentro del eneagrama se puede encontrar una división del mismo que da lugar a tres centros, los cuales te explicaremos a continuación.

Los tres centros y su distribución

Los puntos 3, 6 y 9, forman un triángulo equilatero, desde el centro del cual se puede dividir el eneagrama en tres partes, cada una de ellas conformada por tres puntos, es decir, tres áreas. Esto da lugar a tres centros, cada uno de los cuales encierras tres personalidades, que son afectadas por una emoción que destaca en ellas, sobre las demás emociones.

  1. Instintivo: 8, 9, 1
  2. Sentimientos: 2, 3, 4
  3. Pensamientos: 5, 6, 7

Centros eneagrama

 

Centro instintivo

A este centro corresponde la emoción de la “Ira”. Abarca los puntos ocho, nueve y uno.

  • Ocho: Acostumbran canalizar la ira una vez que sienten que que la misma se está acumulando. Para ello recurren sobretodo a la actividad física, pues es la manera que que logran “quemar” esa energía extra y transformarla en algo positivo.
  • Nueve: Por el contrario, tienden a negar la emoción. Prefieren alejarse de ella e incluso tratan de desconocerla, lo que provoca que muchas veces la “avienten” hacia los demás, provocando reacciones fuertes en contra de otras personas.
  • Uno: Están conscientes de su ira y tratan de reprimirla. Prefieren no dejarla salir pues no les gusta perder el control sobre sí mismos.

Centro de sentimientos

Le corresponde la emoción de la vergüenza. Abarca los puntos dos, tres y cuatro.

  • Dos: Se concentran en sus sentimientos positivos de manera que puedan reprimir los negativos. Algunas veces no solo quieren que los demás los perciban como personas fundamentalmente buenas, sino que también se tienen que convencer así mismos, debido al sentimiento de vergüenza que les invade. Cuando no se sienten queridos, procuran no mostrar la ira y el resentimiento que esto les provoca.
  • Tres: Este tipo de personalidad corresponde a personas que prefieren negar su vergüenza. Para lograr esto se enfocan en ser la versión exitosa de sí mismos, que ellos consideran como tal. Dado que esto es de suma importancia para ellos, es común que sean implacables al momento de hacer las cosas que los acercarán a su objetivo, pues a través del éxito sienten que se alejan del temor a fracasar y de la vergüenza.
  • Cuatro: Esta personalidad corresponde a las personas creativas y fantaseosas. Utilizan estas cualidades para crear el ambiente propicio que los aleje de su sentimiento de vergüenza y de la necesidad de lidiar con las partes rutinarias o poco interesantes de su vida. Se apoyan concentrándose en sus aspectos positivos, sus talentos y las características que los hacen únicos y que les permiten destacar por encima de los demás.

Centro de pensamientos

Aquí encontramos la emoción del miedo. Este centro abarca los puntos cinco, seis y siete.

  • Cinco: Estas personas tienden a ser solitarias. Esto se debe a que a través del aislamiento, se protegen de su miedo a enfrentar el mundo. Sin embargo, tienen un deseo por poder salir de su burbuja y encajar en la sociedad. Pero ven esto como un proceso, una meta que solo se puede alcanzar con el tiempo. Tiempo que seguirá corriendo dado que difícilmente se sentirán lo suficientemente seguros para realmente querer salir de su aislamiento.
  • Seis: Las personas con este tipo de personalidad tienden a ser o sentirse ansiosos. Esto es porque les cuesta mucho trabajo sentir confianza en sí mismos. Este tipo de miedo se genera por la incapacidad de estar en contacto con la realidad; no es que alucinen, sino que su percepción se ve alterada porque necesitan la validación de factores externos a ellos mismos.
  • Siete: En ellos el miedo que se presenta es a su propio ser, a su mentalidad. Generalmente cargan con sentimientos negativos o difíciles como dolor, pérdida y ansiedad. Para combatir esto, los siete recurren a la búsqueda constante de emociones intensas, que los estimulen y los distraigan de su propia mente y sus miedos internos. Procuran mantenerse entretenidos yendo de una experiencia a la siguiente.

¿Para qué sirve el Eneagrama?

Existe una amplia selección de tests y distintos tipos de pruebas para clasificar la personalidad de un individuo. Hablando del eneagrama, podemos decir que este tipo de clasificación de la personalidad puede ayudar a que te conozcas mejor a ti mismo. Te permite explorar tus motivaciones inconscientes para que entiendas mejor por qué actúas de la manera que lo haces; lo cual lo convierte en una herramienta interesante y a la vez, un poco arriesgada. Puedes terminar descubriendo cosas que desconocías de ti mismo.

El eneagrama te permite realizar un “mapa” de comportamiento que incluye emociones y actitudes. Esto sirve no solo para que te conozcas y comprendas mejor, sino que podrás saber cómo reaccionas ante ciertas circunstancias y por qué. Esta información a su vez te puede ser útil para relacionarte con los demás. Aunque la personalidad está hasta cierto punto determinada por varios factores, como ya vimos anteriormente, no está tallada en piedra. Es decir, tú puedes modificar aspectos de tu comportamiento, e incluso aprender a conducir tu temperamento, de manera que mejores ciertas áreas de tus relaciones personales.

El sistema de eneatipos permite observar y aprender de los patrones de comportamiento y pensamiento de las personas, profundizando en su forma de ser, sentir y pensar. De tal manera que podemos conocernos mejor a nosotros mismos y al mismo tiempo, entender cómo a partir de nuestra forma de ser y nuestra personalidad, nos relacionamos con los demás, quienes también tienen un eneatipo que define su personalidad.

¿Cómo se utiliza el Eneagrama?

Puedes encontrar distintos tipos de tests que te orientan para que descubras cuál es tu eneatipo. Sin embargo, tú mismo puedes distinguir qué personalidad empata mejor con tus propias características. Cuando profundizas en los distintos eneatipos y te familiarizas con sus distinciones, no te será difícil identificar por ti mismo qué te suena familia acerca de cómo te comportas y reaccionas.

De tal manera que puedes aprovechar la información para entender cuáles son tus puntos débiles y trabajar en ellos. Tú mismo puedes superar tus miedos y controlar tus emociones, una vez que sabes cuáles son tus virtudes y en qué cosas necesitas apoyarte para mejorar o para crecer.

Las 9 personalidades del Eneagrama

Eneatipos

Los eneatipos son los modelos de mentalidad y personalidad existentes. Aunque puedes identificarte con varios de ellos, habrá uno que se destaque por encima de los demás, pues es la base de tu personalidad.

Eneatipo 1

Describe personas que son exigentes, especialmente consigo mismos. Esta exigencia y el alto estándar que intentan mantener para todo, los hace personas éticas, morales y muy respetuosas de las reglas. Mantener este nivel de exigencia genera ira interna. Sin embargo, son tan correctos que no la manifiestan desmesuradamente, sino de forma racional. Aprovechan esa ira para corregir sus errores y controlar incluso sus reacciones. Por ello es bastante común que se guíen por el “deber ser” y dejen el placer de lado.

Características generales

  • Alas:  Nueve y dos.
  • Línea de integración: Eneatipo siete.
  • Línea de desintegración: Eneatipo cuatro.
  • Perfeccionistas.
  • No aceptan cometer errores.
  • Ponen mucha atención en distinguir entre lo que está bien y lo que está mal.
  • Temor a la imperfección.
  • Pueden llegar a ser soberbios.
  • Tolerantes.

Eneatipo 2

Describe personas con una necesidad de ser imprescindibles. Aunque pretenden hacerlo por el simple “gusto” de ayudar, en el fondo están buscando un reconocimiento; por lo mismo, son poco tolerantes al rechazo. Cuando se encuentran saludables, a nivel emocional, pueden ser realmente altruistas y hacer las cosas sin apego. Sin embargo, generalmente los motiva el ser correspondidos sin tener que expresar lo que quieren. Para ello se desviven por los demás y pueden caer en el extremo de olvidarse de si mismos y sus propias necesidades, con tal de satisfacer a los demás.

Características generales

  • Alas: Uno y tres.
  • Línea de integración: Eneatipo cuatro.
  • Línea de desintegración: Eneatipo ocho.
  • Les gusta entablar pláticas con todo aquel que pueden.
  • Consideran que está mal tener necesidades.
  • Aduladores.
  • Perseverantes.
  • Afectuosos y generosos.
  • Tiene una necesidad de sentirse amado.

Eneatipo 3

Estas personas se distinguen por sus ganas de ser eficaces y lograr el éxito. Por lo mismo suelen concentrarse mucho en el trabajo. Cuando se encuentran en estado sano pueden llegar a ser muy productivos, además de sinceros. Evitan dejar ver su vulnerabilidad, por lo cual ocultan sus sentimientos si piensan que los mismos los harán parecer débiles. Muchas veces debido a su necesidad de distinguirse, pueden llegar a confundir su verdadero yo, tratando de ajustarse a lo que los demás esperan ver. Asimismo, por causar buena impresión, suelen ser educados y amigables.

Características generales

  • Alas: Dos y cuatro.
  • Línea de integración: Eneatipo seis.
  • Línea de desintegración: Eneatipo nueve.
  • Pragmáticos.
  • Adaptables.
  • Perseverantes.
  • Sociables.
  • Dinámicos.
  • Evitan el fracaso, pues le temen.
  • Optimista y confiado.

Eneatipo 4

En esta personalidad encontramos a aquellos que se sienten presionados por obtener aquello de lo que carecen, emocionalmente hablando. Por ello es común que experimenten envidia, siempre pendientes de lo que otros tienen y que ellos quisieran y no han podido conseguir. Le gusta compartir con los demás cómo se sienten y al mismo tiempo, en estado sano, pueden llegar a ser empáticos. Suelen distinguirse de los demás por ser algo excéntricos, originales y únicos. Este individualismo sobresaliente les permite superar la sensación de abandono que les caracteriza, buscando la atención de quienes los rodean. Algunas veces no son objetivos consigo mismos ni aprecian lo que valen, pues esto se ve opacado por sus carencias emocionales.

Características generales

  • Alas: Tres y cinco.
  • Línea de integración: Eneatipo uno.
  • Línea de desintegración: Eneatipo dos.
  • No suelen seguir las reglas
  • Son melancólicos y se inclinan a concentrarse en sus defectos. A veces pueden ser depresivos.
  • Sensibles e intuitivos.
  • Evitan ser o sentirse comunes.
  • Les cuesta trabajo reconocer sus cualidades positivas.
  • Cálidos y compasivos.

Eneatipo 5

Este eneatipo habla de personas intuitivas que gustan de observar la vida. Les gusta analizar las cosas y adquirir conocimientos a través de la comprensión intelectual de aquello que observan. Prefieren ver las cosas de fuera que participar en ellas, por lo cual valoran mucho su intimidad. Tienden a mantenerse distantes y evitar el contacto con los demás para protegerse a ellos mismos, pues temen que el mundo los lastime. Son reservados y puede ser complicado acercarse a ellos o lograr que te dejen entrar en su vida. Aunque, en estado sano, pueden ser generosos y no tener apegos.

Características generales

  • Alas: Cuatro y seis.
  • Línea de integración: Eneatipo ocho.
  • Línea de desintegración: Eneatipo siete.
  • Perceptivos y curiosos.
  • Independientes.
  • Lógicos y analíticos.
  • Le temen a sentirse inútiles o incompetentes.
  • Rechazan la superficialidad.
  • Perseverantes.

Eneatipo 6

Estas personas tienden a ser algo fatalistas. Tienen una fijación con el miedo y suelen pensar o esperar lo peor de las cosas. Tratan de que los demás los perciban con individuos con autoconfianza, sin embargo temen constantemente lo que pueda pasarles. Por lo mismo, todo el tiempo exageran los peligros y evitan lo más posible los riesgos. Cuando están en estado sano pueden ser valientes y buenos compañeros. Se apegan a las reglas en el afán de sentirse seguros. Dentro de este eneatipo podemos encontrar dos divisiones:

  1. Fóbico: Al sentirse miedoso o amenazado, su reacción es dócil y cautelosa. Se encogen ante lo que perciben como peligroso.
  2. Contrafóbico: Al contrario del anterior, enfrenta el miedo abiertamente y a veces utiliza la agresividad como defensa.

Características generales

  • Alas: Cinco y siete.
  • Línea de integración: Eneatipo nueve.
  • Línea de desintegración: Eneatipo tres.
  • Prudentes y temerosos.
  • Le temen a cometer errores y ser criticados por ello.
  • No les gusta tomar decisiones importantes.
  • No saben confiar.
  • Previsores y cuidadosos.
  • Dependientes de una figura que perciben más fuerte que ellos y con mayor sabiduría.
  • Necesitan sentirse apoyados.
  • Leales y compasivos.
  • Prácticos y cuidadosos.

Eneatipo 7

Estas personas están buscando constantemente la aventura. Planean el futuro y quieren vivir todas las experiencias posibles pues son insaciables. Por lo mismo algunas veces sus experiencias son superficiales, pues no pierden tiempo en profundizar, en el afán de poder vivir más cosas. Les cuesta trabajo terminar lo que empiezan y se vuelven indisciplinados. No les gusta hacer frente a situaciones dolorosas o aburridas y procuran alejarse de ellas manteniéndose exaltados, realizando múltiples actividades a la vez. Cuando se encuentran emocionalmente sanos pueden ser comprometidos y disfrutar mucho del presente. Sus alas pueden ser el seis y el ocho.

Características generales

  • Alas: Seis y ocho.
  • Línea de integración: Eneatipo cinco.
  • Línea de desintegración: Eneatipo uno.
  • No les gusta sentirse aburridos.
  • Tienden a disfrutar más lo que han imaginado que harán que lo que hacen en tiempo presente.
  • Les gusta sentirse libres y felices.
  • Espontáneos y extrovertidos.
  • Tienen una necesidad de sentirse satisfechos.
  • Sociables.

Eneatipo 8

Para estas personas el control es muy importante. Buscan imponer sus reglas y ser los más fuertes, los que tienen el poder. Por ello también se caracterizan por defender a su gente, demuestran su interés y afecto protegiendo a los suyos. Aunque tienen un gran corazón, pueden ser bastante agresivos. Son viscerales, impulsivos y dominantes. Cuando se encuentran en estado sano son protectores y magnánimos. No les asusta enfrentar conflictos y son capaces de tomar decisiones rápidas, sin importarles los límites.

Características generales

  • Alas: Siete y nueve.
  • Línea de integración: Eneatipo dos.
  • Línea de desintegración: Eneatipo cinco.
  • Independientes.
  • Pueden ser coléricos y temperamentales.
  • Les motiva ponerse a prueba a sí mismos.
  • Fuertes y tenaces.
  • Ingeniosos.
  • Sinceros.
  • Seguros de sí mismos.
  • Rechaza el sentirse víctima o relacionarse con personas que se victimizan.
  • Pueden ser dominantes y controladores.
  • No aceptan su propia susceptibilidad.

Eneatipo 9

Dentro de este eneatipo encontramos a las personas que tienden a adaptarse a los demás, con el fin de mantenerse alejados del conflicto. En aras de ello son capaces de olvidarse de sus propios gustos; por lo mismo les cuesta mucho trabajo expresar sus propias necesidades. En estado sano son bondadosos y conciliadores, capaces de autoadaptarse. Suelen reprimir la ira pues lo que quieren es lograr un ambiente armonioso. Este tipo de ambiente y no tener enfrentamientos, es lo que los mantiene tranquilos y cómodos, aunque esto signifique no defender su opinión.

Características generales

  • Alas: Ocho y uno.
  • Línea de integración: Eneatipo tres.
  • Línea de desintegración: Eneatipo seis.
  • Les cuesta mucho decir que no.
  • Procuran acentuar las cosas positivas.
  • Se resignan con facilidad.
  • Relajados y tolerantes.
  • Equitativos y generosos.
  • Amistosos y empáticos.
  • Desean sentirse estables.
  • Le temen a las pérdidas y separaciones.
  • Muchas veces no reconocen su propia fuerza.

Líneas de movimiento

Líneas de movimiento

Podemos observar en el eneagrama que cada punto está conectado por una línea. Estas líneas representan los dos movimientos que tiene cada eneatipo de acuerdo a su procesos de integración (centralización) o desintegración (desentralización). Esto quiere decir que cada uno se puede complementar o mover (parcialmente) a otros eneatipos. Existen dos tipos:

  1. Centralización: En este movimiento se adoptan las características positivas de los eneatipos
  2. Descentralización: Es la parte contraria, cuando se adoptan las características negativas.

Las “alas” del eneagrama

Aunque hay un punto que indica la personalidad dominante para cada individuo, es normal que encuentres que tienes otros rasgos, más pasivos. Dichos rasgos se relacionan con otros puntos del eneagrama, y se encuentran a un lado del mismo. Esto es lo que se denomina el “ala” de la personalidad. De tal manera que cada punto dominante tiene dos complementos importantes.

Por ejemplo, alguien con personalidad tres, tendrá como alas el dos y el cuatro. De manera que puede entender mejor algunos rasgos de sí mismo, si considera que además del tres que predomina, hay cosas que se pueden explicar a partir del dos y el cuatro. La forma en que las alas se manifiestan y qué tanto influyen en la personalidad dominante, varía mucho de persona a persona. Incluso puede ser que solamente presente las características de una sola ala.

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