Seguramente alguna vez escuchaste sobre los Nodos Lunares o Nodos del Karma, esos puntos energéticos donde las órbitas de la Luna y la Tierra se encuentran. No sólo forman parte de nuestra Carta Astral sino también están relacionados con nuestro pasado y futuro.
Te invitamos a continuar leyendo, para que conozcas más a fondo no sólo qué son los nodos lunares sino también sus significados, interpretaciones, y cómo se relacionan con las casas y los signos zodiacales.
Los nodos lunares son puntos energéticos, no planetas. Son la intersección entre la órbita de la Tierra y la de la Luna. Están situados en puntos diametralmente opuestos y forman la línea de los nodos. El eje nodal se mueve hacia atrás, es decir, de Aries – Libra hacia Piscis – Virgo. Cambian aproximadamente cada 18 meses y dictan en dónde ocurren los eclipses. Son los puntos donde se alinean las órbitas solar y lunar.
Los nodos lunares se toman en consideración para cualquier carta natal y cualquier tránsito planetario.
Al Nodo Norte, Caput Draconis o Cabeza del Dragón, le es dada la naturaleza de Venus y Júpiter. Mientras que al Nodo Sur, Cauda Draconis o Cola del Dragón, posee por tradición la naturaleza de Marte y Saturno. Esta es la interpretación clásica; sin embargo, en la astrología moderna se considera que los signos de los nodos y la ubicación de las casas, muestran el karma, es decir, el propósito de vida, qué resolver y qué energías debemos incorporar. Lo central del trabajo con los nodos lunares es liberar nuestro potencial. Por todo esto es que se les suele llamar “nodos del karma”.
Entonces, según la astrología moderna, el eje nodal nos dice que el nodo norte indica cómo trabajar con el karma y alcanzar un crecimiento espiritual, mientras que con el nodo sur descubrimos el bagaje que traemos a esta vida y cómo resolverlo.
Una curiosidad respecto al eje nodal es que, es prominente en la astrología hindú. Allí el nodo norte es conocido como Rahu, y el sur como Ketu.
Tal como dijimos arriba, este nodo hace referencia a lo que aprendimos en vidas pasadas y nuestra zona de confort. Nos indica los patrones que repetimos y a los que nos apegamos por miedo al cambio, aunque debemos soltarlos. Es un lugar de depuración de aquello que ya no cumple una función para nosotros.
El nodo sur es un aspecto bastante inconsciente, con tendencia a la inercia y a repetir las reacciones que nos han funcionado o no alguna vez, sin darnos cuenta. Al analizar este nodo es habitual no sentirse identificado en lo absoluto, esto es porque lo llevamos de una manera tan inconsciente que nos es difícil identificar esos aspectos en nuestras vidas.
Este nodo nos señala qué cosas debemos incorporar a nuestra vida y la manera de incrementar nuestra consciencia. Serán energías incómodas y desafiantes, especialmente en los primeros años de vida. Permite ver hacia dónde nos debemos dirigir para evolucionar. El signo en que se encuentre este nodo indica la energía a manifestar, mientras la casa muestra en qué aspectos de la vida tendremos mayores desafíos. En definitiva, indica las áreas de mayor potencial de crecimiento para cada uno de nosotros; enfocándonos en el signo de la casa sabremos hacia dónde avanzar para alcanzar el éxito y la realización.
El nodo norte es un lugar de integración, abarca las nuevas experiencias que nos ayudarán a crecer. De esta manera, nos exige expansión y adaptabilidad. Lo que nos pide este nodo no serán las cosas que nos salgan de manera espontánea, sin embargo, responderán a la perfección a lo que necesitamos en nuestro camino de crecimiento. Para poder comprender los desafíos que implica, es indispensable comprender nuestra carta natal en su totalidad.
La respuesta es un rotundo no. Un ejemplo práctico: trabajar sobre nuestra autoestima no implica que no tengamos ni una pizca de ella, o que la tengamos baja necesariamente. Significa que este trabajo será un reto que nos ayudará a resolver muchas cuestiones. Este trabajo no tendrá límites o punto final, siempre podremos trabajar y ahondar más en él, por lo tanto lo viviremos como un esfuerzo perseverante.
A continuación veremos los mensajes que nos traen los nodos lunares en cada signo. Para comprender cómo se dan las combinaciones, debemos tener presente que el diagrama de una carta astral se diseña como un anillo dividido en doce partes de 30° cada una. Estas porciones corresponden, cada una de ellas, a diferentes elementos, en este caso nos interesa tener presentes las casas y los signos.
A la hora de señalar los nodos lunares en las cartas, siempre veremos marcado únicamente el norte, ya que el sur será el que se encuentra al otro lado del primero. Es decir, si trazamos una línea recta desde el nodo norte pasando por el centro de la rueda de la carta natal, y continuamos hasta el signo del otro lado, nos dará el nodo sur. Por ejemplo, si el nodo norte se encuentra en Tauro, trazaremos una línea recta hacia el otro lado de nuestro mapa astrológico y llegará hasta Escorpio.
Si bien el alma aprendió a ser un “yo individual” y a ser valiente, aún debe trabajar sobre su egocentrismo y egoísmo. Debe aprender a escuchar las necesidades ajenas y a ser responsable.
El nodo sur desafía al alma a dejar de buscar ser el centro de atención, aprendiendo a compartir y valorar la opinión ajena.
El alma ha aprendido a ser más flexible y un apoyo para el resto, dejando su ego de lado. Sin embargo, aún debe trabajar en el apego a lo material y el sentido de propiedad.
El nodo sur aconseja rodearse de personas magnéticas y carismáticas. Debe aprender a aceptar los cambios en la vida y buscar los aspectos positivos para su crecimiento personal.
Aprendimos a comunicarnos y cuestionar. También dejamos de lado el hábito de atender chismes. Sin embargo, debemos trabajar en cómo vivir en armonía con nuestras convicciones e ideales.
El nodo sur indica que el alma se encuentra en el camino de la búsqueda, siendo entonces recomendable que se vincule con personas que aporten diversidad cultural a su vida. Estas almas deben aprender a ser honestas y acerca del valor del discernimiento.
Hemos aprendido a cuidar a los demás y liberarnos de las cargas del pasado. Con Cáncer, resta dejar atrás el sentimiento de propiedad y aprender a mirar el futuro sin esas cargas, soltando el pasado.
Mientras, Capricornio en el nodo sur ejercita la autodisciplina y debe aprender a trabajar duro para alcanzar sus propósitos.
Mientras aprendemos a abrir nuestro corazón y el significado del poder personal, debemos abandonar los juegos emocionales y el exceso de orgullo.
Acuario indica que el alma debe integrarse a la sociedad y esforzarse en las actividades comunitarias.
Es necesario abandonar la intolerancia y la obsesión con que todo sea perfecto. Por otro lado, nuestro aprendizaje radica en el saber servir a los demás.
Piscis hace hincapié en vincularse a guías espirituales, que lo ayuden a descubrir su propósito en la vida, ya que necesita encontrar la armonía y la paz interior.
Nuestro alma sabe cómo relacionarse y superó la dependencia de los demás. Sin embargo, todavía muestra una tendencia a relegarse en las relaciones.
Aries señala que el alma debe aprender a manifestarse independiente y proactivamente. Le ayudará a desarrollar su potencial cuando se vincule a personas que confían y se desafían a sí mismas. Se trata del autodesarrollo.
Luego de pasar por diferentes dramas, el alma aprendió a no dejarse llevar por terceros. El aprendizaje que aún le resta por incorporar es el de seguir adelante a pesar del dolor emocional, y desarrollar su capacidad de superación.
Debe ser autosuficiente y confiar en sus propias habilidades y virtudes. Le será de gran apoyo relacionarse con personas que le contengan y aporten tanto seguridad como estabilidad, para poder desarrollarse en un ambiente de armonía y paz. Es el camino de la seguridad interior.
El alma ha explorado diferentes filosofías y sistemas de creencias. Ahora su aprendizaje radica en la simpleza.
Necesita expresarse con los demás y compartir sus talentos y conocimientos. Estudiosos natos, deben relacionarse con personas inteligentes y comunicativas.
Aquí el alma ha ganado autoridad. Debe soltar su tendencia a dominar y controlar a todos y todo.
El sendero que transitará es el de la protección. Estas almas necesitan brindar cuidados y bienestar a los demás.
Nos encontramos con un alma que por un lado trabajo mucho por la evolución de la humanidad, pero que debe dejar atrás la conducta de querer ser diferente por el solo hecho de resaltar.
Será necesario liberar la creatividad y adquirir disciplina. Necesitará de un entorno organizado para su completo desarrollo. Le será de gran ayuda vincularse a personas metódicas y seguras de ellas mismas.
El alma logró un crecimiento importante, fusionándose consigo misma y con las energías universales. Mientras tanto debe aprender a salirse del lugar de mártir salvador de la humanidad y tomar consciencia de que es una parte integral de lo Divino.
El alma debe seguir el camino del servicio a los demás, sintiéndose útil. Personas muy trabajadoras y conscientes del lugar que ocupan en el mundo, le aportarán muchos beneficios en su desarrollo.
Cuando hablamos de las cartas natales personales, debemos saber que, durante los aproximadamente 18 meses que demoran los nodos lunares en recorrer cada signo, nacerán muchas personas que compartirán los signos zodiacales. Por lo tanto será muy importante atender la posición del eje nodal en la casa, que será más particular a cada individuo y nos indicará en qué áreas de la vida afectará este eje.
En las cartas natales se dibuja sólo el nodo norte, ya que es el punto que señala la posibilidad de avanzar en el camino de desarrollo. Mientras tanto el nodo sur indica lo que dejamos detrás y no permite un mayor desarrollo. Las personas que sean conscientes de su nodo norte, encontrarán de manera natural el ritmo con su nodo sur.
Recordemos que los nodos norte y sur son opuestos complementarios, por lo tanto deberemos observar, al igual que en el caso de los ejes en los signos zodiacales, cuál será la casa opuesta a aquella en la que tengamos el nodo norte. Para esto recordemos también que el mapa astrológico es una rueda dividida en doce porciones de 30° cada una, que se corresponden a cada una de las doce casas.
La casa I identifica a personas extrovertidas, por lo que, quienes tengan el nodo norte aquí deben darse a conocer de la manera en que quieren ser vistos. Demanda tener el valor de decir: “Yo soy esto y así quiero ser aceptado”. Observando la carta en general se podrá ver que esto es justamente una dificultad para la persona y es por ello que debe ejercitarlo. Así también evitará encontrarse en situaciones difíciles.
El nodo sur en la casa VII señala la tendencia de la persona a dejar que las opiniones de terceros tengan influencia y esperar que alguien más resuelva sus conflictos.
En este caso, las personas deben aprender a usar sus propias capacidades y conocimientos. No deben contar exclusivamente con la ayuda de los demás, ya que por sí solas tienen todo lo necesario. La casa II es la casa del tener, por lo que debe avanzarse con lo que se tiene y confiar en ello. Suele suceder que estas personas se subestiman y para compensar, se apegan a lo que tienen sin dar nada a los demás, o se vuelvan dependientes de otros.
Así como las dos primeras casas se fundamentan en el Yo, en la tercera entramos en lo colectivo. Quienes tienen el nodo norte en la casa III deben aprender a escuchar y entender a los demás. Será necesario que tomen consciencia de sus dependencias inconscientes y el hábito de decir al otro lo que quiere escuchar.
El aprendizaje es adaptarse al colectivo sin permitir que el mismo, exija un derecho que no tiene, a la sumisión del individuo.
Aquí lo esencial serán los sentimientos. Además de, como en la casa III se nos indica, estar al tanto de las opiniones del colectivo, será necesario compartir y formar parte de algún grupo o asociación con todo el sentimiento. En la casa IV es en donde sentimos la protección y el confort del propio hogar. Dentro de los aspectos sobre los que nos llama la atención la casa X está el no ser demasiado mental ni individualista.
En general el objetivo de la casa IV es equilibrar los planetas fuertes de la carta natal, tales como el Sol, Urano o Plutón.
En esta casa nos probamos a nosotros mismos. Debe aprenderse a tratar al otro con libertad y sin temor. Ésta es una de las tres casas que más se vinculan con la presentación e imposición de uno mismo a los demás. Es la casa donde se reúnen los recursos para exteriorizar la personalidad, por lo que no debe permitirse que los demás nos avasallen.
Aquí lo central es darnos cuenta de lo que somos capaces de hacer. La VI es una casa mutable, por lo que siempre tendrá procesos de toma de consciencia. Debemos analizar dónde son requeridas nuestras capacidades.
En la casa VI se pone a prueba el Yo, creado en la casa V. La casa XII mientras tanto, hace hincapié en que debemos cumplir nuestras obligaciones con dinamismo y alegría, sin caer en la tentación de soñar.
Este eje nodal es el opuesto al primero, por lo tanto se invierten los significados: todo lo negativo de la casa I en la casa VII se considera positivo. Las personas con este nodo norte deben esforzarse por establecer contactos y contraer compromisos, pero deben basarse en la reciprocidad.
Aquí encontraremos dos tipos de personas: los egocéntricos y los que tienen poca noción de sí mismos.
Esta casa es de dar y recibir, se corresponde con el signo de Libra. Es fundamental alcanzar el equilibrio entre uno mismo y el otro.
La casa VIII se ubica en un punto medio entre el Descendente (DC) y el Medio Cielo (MC). Es la casa de Escorpio y habla de un instinto doble, la persona quiere dos cosas al mismo tiempo: lo que indica el Descendente y lo que señala el Medio Cielo. Así, buscamos por un lado mantener una buena comunicación con nosotros mismos y, por el otro, avanzar en el proceso de individualización, que puede acarrear soledad. Será necesario comprender estas contradicciones y combinarlas.
Así como en la casa III se debe comprender el lenguaje e incorporar el conocimiento del colectivo, en la casa IX debemos desarrollar el pensamiento propio, la autonomía mental. En la casa III el pensamiento se produce de forma refleja, en la IX debe tomarse consciencia de aquellas estructuras de pensamiento que se encuentran demasiado arraigadas en nuestro comportamiento. Así podremos ir desechando lo que no esté en armonía con nuestro ser.
Al tener el nodo norte en esta casa, debemos desarrollar la propia individualidad y escoger la posibilidad que más favorezca el autoconocimiento, en el sentido de tomar las riendas de la propia vida, liberándose de las influencias ajenas. También es la casa de la vocación y debe aspirarse a alcanzarla. Será necesario deshacerse de todo el bagaje heredado de la familia y la tradición.
Debemos ejercitar el asumir responsabilidades de manera independiente, lo que implica desarrollar la autodisciplina ya que, al tener el nodo sur en la casa IV, desde sus emociones querrá formar parte del colectivo.
Esta casa es parte del eje de relaciones. Al igual que la casa V, se vincula con la actitud y el comportamiento de las personas. En esta última se aborda el regular las relaciones humanas con mucha naturalidad, viéndose a uno mismo como el centro del mundo. En la casa XI debemos liberarnos del egocentrismo, aquí el individuo se reconoce como parte del todo.
La casa XII es la más alejada del mundo exterior. De alguna manera se halla distante del punto del “Tú”. Es una casa introvertida que se corresponde con Piscis. Aquí esperamos hasta que algo que sucede nos impulsa a actuar. También este nodo aquí ubicado explica que a veces necesitamos retirarnos de nuestras actividades para reflexionar sobre nosotros mismos.
Las casas I y XII conforman el espacio del yo en el sistema de casas, encontrándose en el medio el Ascendente, el punto del Yo. En la primera, actúa de forma extrovertida anunciando su presencia. En la última, es introvertido, se distancia del mundo para ser uno mismo y comprender que es parte del todo.
Desde junio de 2020 hasta el 22 de diciembre de 2021, se encuentra activo el eje nodal Géminis – Sagitario, que luego se trasladará a Tauro – Escorpio. De esa manera nos encontramos en un período para superar los patrones mentales y liberarnos de falsas ideologías.
El nodo norte en Géminis nos dice que debemos dejar de sobre identificarnos con nuestros pensamientos, esto nos impide encontrar nuestra verdad.
Existe un trabajo muy grande por hacer rompiendo las restricciones autoimpuestas. Como hemos visto en el transcurso del 2020, se nos pide aplicar la paciencia en situaciones críticas y buscar la inspiración en contextos no habituales. Debemos abrirnos a nuevas experiencias.
Desde el punto de vista kármico que debemos trabajar a nivel planetario, el nodo norte en Géminis nos habla de respetar la posición intelectual de otros, aunque no coincida con nuestras ideas, y asumir responsabilidades. Se trata de aprender a comunicar y a cooperar, posiblemente sea algo fundamental para sobrevivir a la crisis económica que se avecina.
El nodo sur en Sagitario nos fuerza a reconocer el impacto del desarrollo tecnológico en el que vivimos, especialmente los viajes tan acelerados a lo largo del planeta. Este nodo deja implícito que la búsqueda de libertad y aventura nos condujo a un distanciamiento social (recordemos que señala lo que debe ser superado).
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